Desafortunadamente la zona es demasiado
grande rodeada por la mancha conurbada de Guadalajara-Zapopan, la malla no es suficiente y se utiliza
como área de paso entre la avenida principal y las comunidades que se
encuentran en su lado oriente. Hay mucha
basura originada por los propios visitantes y como mencione se usa para
ceremonias que considero no tienen el permiso del INAH. Esta situación, sin la falta de custodios,
hace que los monumentos estén en riesgo ya que incluso se encuentran grafiteados. No podemos considerar que este estado se
deba a la falta de recursos, de personal, de investigadores, sino de una mala
planeación y falta de capacidad por proyectar que queremos dejar expuesto y
para que, a su vez diseñar estrategias de vinculación y administración para el
mejor aprovechamiento del sitio que tiene todo un potencial y que lo sabemos a
través de años de investigación. Solo
nos falta iniciativa y actitud positiva para emprender un proyecto de carácter
monumental. De todos modos si te interesa conocerlo El Ixtépete está situado a
unos tres kilómetros del cerro del Colli, en la Prolongación de la Avenida
Mariano Otero y su cruce con el Periférico, en el municipio de Zapopan.
El Ixtepete ha arrojado datos
interesantes sobre el desarrollo de los asentamientos humanos de esta región. Recuerdo las clases que nos daban sobre el
Occidente donde se me decía que no tenían mucho que ofrecer y de alguna forma
se vieron marginadas y opacadas por las culturas que se desarrolaron en el Altiplano
Central e incluso Zona Maya. Pero
también recuerdo lo que decía Ottom Shumbe, de que la cultura madre si bien
podría ser los Olmecas, la cultura padre
seria las culturas que se desarrollaron en el Occidente.
El Ixtepete muestra un grado de
complejidad. El Ixtépete se ubica entre el año 650 y 750 d.C. Este importante
asentamiento arqueológico comprende una superficie aproximada de 6 hectáreas,
sólo considerando las estructuras mayores. Al parecer, estaba rodeada de
complejos habitacionales y áreas destinadas al cultivo del maíz y frijol, e
inclusive, a las inhumaciones. Lo que actualmente se observa es un centro
ceremonial y un conjunto habitacional para personajes principales.
En la zona central se encuentran
basamentos, plataformas, plazas y habitaciones. El basamento mayor está
provisto de tablero y cornisa, estilo «teotihuacano». La pirámide central de
esta zona tiene dimensiones de 44 por 36 metros, con una altura de 6 metros.
La pirámide presenta cinco
superposiciones o estratificaciones temporales. Por lo general, los muros en
talud son de piedra aglutinada con barro, en tanto que los tableros son de
adobe, también empleado en la escalinata. Es pues un gran núcleo de tierra
recubierto con piedras unidas con barro, las que no siempre eran talladas, sin
embargo, el antiguo constructor buscaba que la superficie más plana quedara
hacia el exterior.
El Ixtépete es sin duda uno
de nuestros vestigios arqueológicos más importantes, no sólo por lo que se
conserva, sino porque nos muestra una cultura que tenía una arquitectura bien
definida, y que guarda por cierto una estrecha relación con los descubrimientos
hechos en otras zonas, como la de «El Grillo», las tumbas de tiro en
Tabachines, y algunos vestigios encontrados en el área residencial de Ciudad
Bugambilias. Así que Jalisciense, no contribuyas en convertirlo en un basurero,
mejor disfrútalo con tu familia y retira lo que lleves.