Los tlahualiles han formado parte de la historia religiosa de Sahuayo, Michoacán. En especial por la creencia que forma parte de un paganismo que se transformo a la llegada de los españoles, cuando los indígenas aceptaron el catolicismo como su única religión. Desde entonces, los tlahualiles forman parte de una tradición que se convirtió en una danza para festejar al santo patrón Santiago, conformando una identidad que se ha venido transformando por influencia de la globalización.
La fiesta de de Santiago apóstol, se celebra en dos novenarios, uno del 16 al 25 de Julio, siendo el 25 el día principal de la fiesta, y el segundo novenario del 25 de Julio al 4 de Agosto. La procesión del día 25, es la más importante, en ella participan todos los grupos en su totalidad de integrantes. La celebración inicia con una misa especial, para después comenzar con el recorrido que comienza en la plaza principal y termina en la capilla de Santiago.
Foto de Roberto Suarez. Procesión del Santo Patrón Santiago Apóstol |
La creencia es lo que motiva para los danzantes continuar con el tradicionalismo, aunque los patrones socio- cultuales se transforme o reconfiguren en nuevos elementos identitarios. El compartir la creencia, solidifica a los grupos de participantes y su interacción con los visitantes- espectadores, fortalece estas creencias.
La danza de los tlahualiles se convierte en una expresión humana, donde se ha buscado plasmar y exteriorizar sentimientos a través del lenguaje corporal[1]. Ante el observante refleja las creencias, valores y expectativas compartidas, que generan signos y significados, interpretados como componentes de la cultura. La danza de los tlahualiles en interacción con los espectadores, lleva a una apropiación de la creencia que busca sustentar y justificar por qué hacerlo dentro de un contexto religioso que es la festividad del santo patrón Santiago, en el que se celebra el triunfo de los españoles sobre el pueblo indígena.
Sevilla (1990) comenta que la danza se transmite parte del mundo subjetivo de una comunidad, tal como si se tratara de un lenguaje determinado por un contexto histórico, el cual es compartido a mediante la simbología de los movimientos corporales[2].
Definición tlahualil
La palabra tlahualil es de influencia náhuatl. En la realidad no hay una tradición de esta palabra, para los danzantes su significado es “guerrero vencido”. La mayoría de los danzantes así lo han creado, quienes asumen su papel de guerrero vencidos en la danza. En contraposición para evitar la sumisión del indio con los españoles, se ha reinterpretado el termino tlahualil como “quien se reviste o atavía para la fiesta”.
Historia de la danza
Hay varias versiones sobre el origen de la danza de los tlahualiles. Una de estas nace en España. Se relaciona con la batalla de Clavijo, que es una batalla mitológica de la Reconquista[3], dirigida por el rey Ramiro I de Asturias y capitaneada por el general Sancho Fernández de Tejada contra los musulmanes. Se dice que se realizó en el Campo de la Matanza, en las cercanías de Clavijo, La Rioja (España), el 23 de mayo del año 844[4].
La parte mítica es la aparición del apóstol Santiago, ya que en plena lucha los españoles contra los moros, logro el triunfo para los primeros. Esto derivo en un Voto de Santiago, que se aprobó el 25 de mayo en la ciudad de Calahorra. Ramiro I de Asturias, habrá dictado el voto de Santiago, comprometiendo a todos los cristianos de la Península a peregrinar a Santiago de Compostela. Con este suceso, el Apóstol se convirtió en símbolo del combate contra el Islam, y se le reconoció desde entonces como Santiago Matamoros.
Al llegar los españoles al continente americano, llevaban consigo un portaestandarte de Santiago Matamoros, que les motiva a conquistar y evangelizar a los indígenas idolatras. Al llegar los españoles a la región de Sahuayo, Michoacán; los indígenas se enfrentan a los españoles, quienes son vencidos, además de ser convertidos al catolicismo, quienes deciden apropiarse del símbolo de Santiago para representar a través de sus danzas el enfrentamiento del patrón contra los tlahualiles, estos representan a los indígenas idolatras.
Esta forma de conversión llevo en algún momento en creer que los indígenas eran la representación de los moros, donde los españoles no sucumbieron a su número. Motolinía comento que los españoles se aventuraban motivado por una frase que decía: “No tengáis temor que vuestros enemigos prevalezcan contra vosotros, y para más seguridad os enviará Dios a vuestro patrón el apóstol Santiago”[5]. Lo que lleva a pensar que la Conquista del Nuevo Mundo es una continuación lógica de la Cruzada medieval[6].
Las festividades de Santiago apóstol, de acuerdo con la tradición oral y en documentación que hay al respecto, se remontan a 1717, pero estas tomaron auge a finales del siglo XIX, y es cuando se comienza a resaltar más la vestimenta de los tlahualiles.
La danza de los tlahualiles
La verdadera tradición de la danza consiste en el enfrentamiento de Santiago apóstol contra los tlahualiles. Aquí una persona, montada a caballo y llevando un machete personifica a Santiago apóstol. Los tlahualiles llevan un palo quienes se enfrentan al verlo mediante un cruce de armas. Uno a uno va siendo derrotados los tlahualiles, quiénes caen al suelo para después volverse a parar, pero sin mascara, quienes ya están conversos al catolicismo.
Foto de Sahuayo Hoy y Siempre. Se dice que en esta foto se enceuntra José María Chávez Nuñez ,tía Elena Chávez Nuñez y Jesús Chávez Nuñez quienes personifican al Santo Patron Santiago y tlahualiles.
La danza comienza desde los inicios de la festividad, pero es el 4 de Agosto que marca el final de la fiesta, cuando mas representaciones de batallas se dan entre tlahualiles y Santiago apóstol. Es por esto que, el tlahualil representa al guerrero vencido, que fue conquistado y evangelizado espiritualmente.
La danza de los tlahualiles por lo tanto se observa durante la procesión del santo patrón Santiago, el orden que se lleva es primero pasan los tlahualiles que forman grupos; después las mulitas que personifican a Santiago apóstol, en ocasiones entre estos van tlahualiles que no forman parte de los grupos; al final viene el santo patrón Santiago, acompañado de los peregrinos que se turnan para cargarlo para pagar sus mandas o expiar sus pecados.
Hoy el catolicismo en Sahuayo, Michoacán, se encuentra predominando como religión ante otras que han incursionado la región. Esto ha determinado que surjan nuevos elementos de identidad socio-cultural, uno de estos es el creer que la danza es para ofrendar y alegar al santo patrón Santiago, demostrando la fe y devoción. Esta nueva significación ha llevado también a una transformación de la creencia, ya que ahora se danza para agradar al Santo Patrón Santiago sea por las mandas que se pidieron y cumplieron; o por las nuevas que se esperan ser bendecidas.
La justificación del nuevo argumento del para que danzar, es tomado de la obra de Fray Toribio de Benavente o más conocido como Motolinía, palabra de origen náhuatl que significa “pobre”. Su obra Historia de los indios de la Nueva España, publicada hasta 1848, narra que en la época prehispánica la danza que hacían los indígenas era para alabar y honrar a las deidades, a través de los movimientos del cuerpo.
El mismo Motolinía menciona que al termino de la guerra mexica- española, en enero de 1539, y que se celebró el 12 de junio de ese mismo año, día de Corpus Christi, se hizo un auto sacramental en la plaza de dicha ciudad, que más ser una representación religiosa, adoptó «la forma de los combates entre moros y cristianos, tan populares en España», donde los indígenas no paraban de danzar.
Warman (1972), explica que la danza escenifica la lucha entre dos bandos, que hace alusión al enfrentamiento entre moros y cristianos sucedida durante la reconquista de España[7]. Es por esto que la obra de Motolinía, hace mucha referencia de los moros comparándolos con los indígenas, estos últimos son quienes deben ser sometidos a la nueva religión y creencias católicas, permitiendo que alginas tradiciones como la danza continúen para adorar a sus santos patrones.
Foto obtenida de Sahuayo Hoy y Siempre (https://www.facebook.com/sahuayoquerido/photos/a.757514564357087/4028314963943681) Foto obtenida de Sahuayo Hoy y Siempre (https://www.facebook.com/sahuayoquerido/photos/a.757514564357087/4028314640610380).
Después se introdujo en la vestimenta el carruto de lámina que producía mayor sonido para sustituir a los carrizos. Las máscaras también se transformaron volviéndose mas grandes y pesadas. Se les agrego plumas exóticas que no son propias de la región, introduciendo técnicas de resaque para decorarlas.
Sahuayo Hoy y Siempre (https://www.facebook.com/sahuayoquerido/photos/a.757514564357087/4028314840610360) |
En cuanto a los diseños los danzantes previamente se documentan en base a la cultura mexica o maya, donde sobresalen mascaras con figuras de jaguar, coyote o ave. En ocasiones la mayor expresión es una combinación de elementos que conjugan ambas culturas, enriqueciendo el contenido simbológico y que expresa en ocasiones un sincretismo al mezclarle elementos de la religión católica.
La elaboración de la mascara y la vestimenta se ha convertido en un negocio familiar. La venta de un juego depende de la situación económica de quienes invierten en el diseño, pintado y elaboración. Es un trabajo de un año que esta planeado para el siguiente. La cotización del traje puede ser mayor que hacerlo, debido a la inversión del tiempo, pero con significado que difiere entre los que se esfuerzan por hacerlo con sus propios medios, con aquellos que tienen el poder adquisitivo para solicitarlo para la próxima fiesta.
Debido a que los tlahualiles representan un grupo de personas de danzantes la cotización que se puede hacer por trajes representa una gran suma invertida, ya que en ocasiones sus integrantes pueden ser más de cincuenta miembros que se organizan en grupos en su mayoría están formados sobre una base familiar o por vecindarios, actualmente también es común ver grupo formados por amigos.
La música de los danzantes
El uso del carrizo de caña se usaba tradicionalmente para provocar ruido que llevaba ritmo, ya sea al correr, saltar o bailar. En los 70´se introdujo la chirimía, que es un instrumento musical de viento formado por un tubo de madera cilíndrico o cónico, con 9 o 10 orificios que se tapan con los dedos, y una embocadura con doble lengüeta de caña. La chirimía es un instrumento musical europeo introducido por los españoles durante el siglo XVI, es interesante hacer notar esto por su aparición tardía en la región.
Hoy por todas las calles donde se hace las procesiones, danzan los tlahualiles al son que les toquen. Desde banda de viento y equipos de sonido, la música difiere al gusto de los participantes, quienes ambientan las calles, logrando que el tlahuali se exprese mejor con lo que escucha. Debido a esta discrepancia cultural, los naturales sahuayenses han propuesto que debe haber una danza en particular que acompañe a su devoción lo que ha llevado a crear “el son del Tlahualil”.
[1] Lara,
E. (1999). Matemática y Simbolismo en la danza Autóctona de México. México Pub & Pub.
[2] Sevilla,
A. (1990). Danza, cultura y clases sociales. México: INBA.
[3] Germán Bleiberg (1968–69). «Diccionario de historia de
España». Revista de Occidente.
[4] Martínez Díez,
Gonzalo (2005). El Condado de Castilla
(711-1038): la historia frente a la leyenda I. 2 volúmenes.
Valladolid. p. 143. ISBN 84-9718-276-6. «Refiriéndose a
la batalla de Albelda, el historiador Martínez Diez dice 'Esta
sería la única, auténtica e histórica batalla de Albelda, la que dio lugar más
tarde a la legendaria batalla de Clavijo con aparición del apóstol Santiago y
otros episodios maravillosos'.»
[5] Motolinía, fray Toribio Benavente, Memoriales
e Historia de los indios de la Nueva España, ed. Fidel de Lejarza, Atlas
(BAE, 260-261), Madrid, 1970.
[6] Domínguez García, Javier,
«Santiago mataindios: la continuación de un discurso medieval en la Nueva España»,
Nueva Revista de Filología Hispánica, LIV (2006), pp. 33-50.
[7] Warman,
A. (1972). La danza de moros y cristianos. México: Secretaría de Educación Pública. Notas