Ese día, mi padrino me tomo de la mano y no me soltaba por
miedo a perderme.
Al estar en la explanada, vi que había unos globeros quienes
ofrecían a los niños su producto.
Yo me emocioné y pensé que me darían uno, pero no, al contrario,
se alejó.
De pronto vi como un niño comenzó a llorar y señalaba el
preciado globo que quería, así sus padres le compraron uno.
Eso me dio la idea de hacer lo mismo, así que comencé a
llorar y gritar queriendo un globo.
El globeros corrió a nosotros; yo señalaba
que quería, así mi padrino me compro uno.
El globeros me lo amarro en la mano y se alejó de nosotros.
Tenía el preciado regalo, de pronto se me ocurrió cambiarlo
de mano y al hacerlo; torpemente, el globo se me soltó; vi cómo se alejaba de nosotros.
Ya ni para llorar de nuevo.
Mi padrino me jaloneo, molesto por mi torpeza; yo pensando ¿cómo
era posible que el globo pudiera volar?
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