jueves, 15 de enero de 2015

EL GRAN DESCUBRIMIENTO DE LA COYALXOUHQUI

El Arqueólogo Raúl Martín Arana Álvarez,
primer testigo presencial en el
descubrimiento de la Coyolxauhqui.
En esta ocasión solo quiero recordar cómo se dio el gran descubrimiento de la Coyoalxouhqui, en la Ciudad de México, situación que marco parte de mi vida para saber que existía una carrera llamada arqueología y que quería ejercer en el futuro, logrando conseguirlo en su momento.  En ese entonces, década de los 70´, yo estudiaba en secundaria y en un almanaque de 1976, me quedo bien claro cómo se dio el descubrimiento y que consecuencias tendría. 


La historia empieza así, en febrero de 1978, el Departamento de Obras Civiles de Distribución, Sector Centro, ubicado en la calle de Miguel Negrete Nº 11, colonia 10 de mayo, iniciaron labores donde se instalaría un transformador para retroalimentar a la zona del Centro que comenzaron en la noche del 20 de febrero de ese año. A las 3:30 a.m., del día 21 de febrero, en la esquina de Guatemala y Argentina,  los trabajadores Mario Alberto Espejel Pérez y Jorge Valverde Ledezma, integrantes de la “Cuadrilla 303” de la entonces Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. entablan una conversación que decía así: -¡Hey, mira!, ya no puedo seguir –le dice Mario Alberto a Jorge-, topé con algo muy duro,  es como una piedra. Y responde Jorge Valverde: ¡A ver, óoorale! ¿Qué es?. De Nuevo  comenta Mario Alberto: Ya te dije que es como una piedra. Jorge:  Síguele dando… Mario Alberto: …que ya no, que es una piedra y tiene cositas… Jorge: ¡Pues entonces hazle como quieras!
 


Equipo que intervino en los trabajos de Salvamento Arqueológico. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: primera fila: Kanamaye León, Huzitzilin León, Marco A. Martínez; segunda fila: Felipe Solís (quien identificó a la diosa), Carmen Chacón, Gerardo Cepeda, Raúl Arana, Maximiliano León, Carlos Salas, Evedith Araizaga, Elena Talavera, el trabajador Mario de la Torres. Abajo: Rafael Domínguez, Guillermo Ahuja, Arturo Chaires, José Francisco Hinojosa, Santiago Analco, Román López, trabajador Rodolfo Franco y Samuel Mata.
Jorge como Mario Alberto, decidieron limpiar un poco la piedra con unas cuñas de madera. Al retirar un poco el lodo que estaba formado por la humedad de la tierra, se dieron cuenta de que era algo importante, se observaban a simple vista en la parte descubierta de dicha “piedra” unas plumas, lo que indicaba que eran parte de un penacho. Los dos trabajadores, dieron aviso al Ing. Orlando Gutiérrez, Supervisor de la obra, quien a su vez acudió al sitio, ordenando lo cubrieran muy bien, y dejando indicado que él daría aviso al jefe, probablemente se trate de los ingenieros Ignacio Díaz Moreno o Jaime Castillo Velázquez.

El Ing. Orlando Gutiérrez se dio a la tarea de avisar al INAH,  prestando su atención el Dr. Raúl Martín Arana Álvarez, del entonces Departamento de Salvamento Arqueológico del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Es aquí donde hay algo interesante ya que previamente tres arqueólogos del mismo departamento se habían trasladado al lugar y reportaron que no había nada; el Ing. Orlando Gutiérrez, señalo que la verificación debería de ser en la noche ya que los trabajadores laboraban de las 23 p.m. a las 5 a.m. Eso llevo a preguntar por parte de Arana: ¿Está seguro de que se trata de algo importante? ¡Sí!, fue la respuesta inmediata del Ingeniero. “Entonces yo me comprometo a ir en la noche”, actitud contundente y decidida del arqueólogo.

Reconocimiento que fue entregado
al C. Jesús Navarrete Méndez
A las 23:00 hs. Arana Álvarez arribó al lugar, donde ya los trabajadores habían acordonado la zona y tenían descubierta la piedra, él se acercó y……Con un profundo silencio, tuvo a su vista un maravilloso descubrimiento, y bastaron esas “plumas” (primera evidencia observada por personal de la CLyFC) para darse cuenta de la majestuosidad que tenía enfrente. El arqueólogo le dijo: ¡Por favor, espéreme aquí, voy rápido por mi jefe (en ese entonces era el Dr. Ángel García Cook).  Después ambos se dirigieron al lugar de los hechos, en tanto que la preocupación por parte del Ing. Orlando era evidente, por el hecho de una pregunta básica que hizo al Mtro. Arana, en el sentido de cuándo podrían seguir con la obra, a lo cual el propio Arana, sonriendo le contestó: ¡Jamás vuelven a tocar esta piedra, su obra aquí terminó, y ahora se queda esto en manos de la oficina de salvamento! Efectivamente, por órdenes de García Cook, dichos trabajos iniciaron la mañana del 23 de febrero mismo y hasta que concluyeron, el 15 de abril siguiente. De esta forma se pudo revelar que ese “personaje” en realidad era una mujer, además, decapitada y cuya leyenda, explica que se trataba de la Coyolxauhqui, diosa lunar que resurgió de la tierra haciendo honor a su posición, y a la luz de la luna brillante decidió salir.

 

viernes, 9 de enero de 2015

Teuchitlán, Jalisco. El sitio Guachimontones


A sólo hora y media de la ciudad de Guadalajara, se encuentra un poblado que vio nacer la cultura en Jalisco, Teuchitlán, considerada por algunos investigadores, como una de las zonas arqueológicas más importante del occidente de México.


Teuchitlán proviene del náhuatl y significa lugar dedicado al Dios o lugar del Dios viejo o Dios Antiguo Tenoch Teo (Dios) Chi (Viejo) Tlán (lugar).  No se confunda con Teotihuacán – Lugar donde los hombres se convierten en Dioses. Actualmente, Teuchitlán es un pueblo mexicano tradicional localizado dentro de la Ruta del Tequila en el Paisaje Agavero, el cual fue designado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en 2006.

Frente a la plaza principal con su atractivo quiosco, se encuentra la Parroquia de Nuestro Señor de la Ascensión con su elegante torre con cúpula. Dentro de la Casa de la Cultura, un pequeño museo exhibe artefactos históricos y piezas arqueológicas de la región. Otro atractivo es el museo adyacente a la iglesia con arte sacro, antigüedades religiosas y pinturas dedicadas a los milagros del santo patrón. Quizás lo más importante se encuentra enclavado en el cerro llamado hoy Guachimontón y que formaba parte del señorío de Etzatlán, el sitio arqueológico de Guachimontón, sobre sale mostrando su esplendor y grandeza.  

Se dice que el sitio arqueológico era una gran metrópolis prehispánica, la capital de la cultura conocida como la Tradición Teuchitlan que surgió en el año de 1000 AC y alcanzó su apogeo en 200 DC. La Tradición Teuchitlán, se caracteriza por sus edificios colocados en disposición circular; este patrón arquitectónico se extiende por una región muy amplia desde el Cañón de Bolaños (Cabrero y López, 2002), pasando por el norcentro de Jalisco hasta la región del Bajío (Weigand, 1993), comprendida por los estados de Jalisco, Michoacán y Guanajuato.

Como característica arquitectónica principal puede mencionarse el acomodo de 8 a 12 estructuras rectangulares construidas sobre una banqueta circular que rodea a un patio en medio del cual se ubica un altar central de planta circular (Weigand. 1993). Los conjuntos circulares sugieren un acceso restringido y de uso exclusivo para las familias de gobernantes y la casta sacerdotal. Los recintos circulares del Occidente son únicos, pero su geometría sigue principios ampliamente cosmológicos, comprendidos y compartidos por los pueblos de Mesoamérica, como son: orientación cardinal, eje vertical que conecta al cielo a la tierra y el inframundo, bordo circundante que corresponde al horizonte, postes como de reloj de sol o estructuras altas que marcaban la posición del astro.

El paisaje que puede contemplarse desde el sitio, es considerado por los arqueólogos como “político”. Un paisaje político está compuesto de estructuras diseñadas para imponer o preservar la unidad y el orden dentro de un territorio o para hacerle ajustes a gran escala o largo plazo. Este sitio es una de las zonas de mayor influencia en su tiempo y se calcula que tuvo alrededor de 40 mil habitantes en conjuntos habitacionales que cubrían 24 mil hectáreas.

En el caso particular del sitio Guachimontones, es única en Mesoamérica, por sus pirámides circulares conocidas como los guachi montones, o "montes donde se encuentran muchos guajes". El museo de sitio, el Centro Interpretativo Guachimontones Phil Weigand, muestra parte de este esplendor y grandeza que tuvo el sitio arqueológico donde la visita pública puede interactuar aprendiendo algo sobre el pasado.

El sitio fue descubierto por el arqueólogo Phil Weigand en 1970. Después con un equipo de arqueólogos mexicanos, se dio a la tarea desde 1999, el estudiarlo y parcialmente restaurarlo. Uno de los montecillos plenamente excavado y expuesto es llamado "La Iguana" que se ha convertido en nuestros días en un centro ceremonial de importancia.

El arqueólogo Weigand y la maestra Acelia García, por más de treinta años se dieron a la tarea de localizar y registrar más de dos mil sitios y aproximadamente 400 edificios de círculos concéntricos que abarcan diferentes periodos, es decir, del formativo tardo, fase del Arenal; 300 a. C. a la fase Teuchitlán l; y 350 a 700 d. C.

Para saber más:

martes, 6 de enero de 2015

Los tamales de Zacatecas

Para festejar y recibir el nuevo año, familias zacatecanas se reúnen y degustan la tradicional cena de fin de año. Los platillos con que hacen el conteo de las 12 campanadas, van desde tamales hasta pavo relleno o pierna o lomo de cerdo, acompañados de ponche, licores y por supuesto, las tradicionales 12 uvas. En Monte Escobedo tuve la oportunidad de ver como se hacían tamales estilo Zacatecas, estos eran para ser acompañados con la comida que se preparó para el fin de año, convirtiéndose los tamales en una tradición que no pueden faltar.

Uno de los tamales reconocidos como parte del arte culinario de Zacatecas son los tamales almendrados, estos se hacen usando para unas 16 piezas: 1 barra grande de mantequilla; 1 taza de azúcar; 1/2 cucharadita de extracto de almendra; 175 gramos (1 taza) de almendras remojadas en agua hirviendo y peladas; 1 taza de leche; 300 gramos (2 tazas) de harina de maíz para tamales; 250 gramos (1 2/3 tazas) de harina de arroz; y 1 cucharadita de polvo de hornear; Hojas de maíz para tamales, remojadas en agua y escurridas.  En el relleno se usa: 1/2 litro de leche; 3/4 de taza de azúcar; 1 raja de canela; 5 yemas de huevo; 1/3 de taza de harina; y 1/4 de barrita de mantequilla.
 
La forma de preparar los tamales almendrados consiste en se acrema la mantequilla con el azúcar hasta que quede suave y espumosa, y se le añade el extracto de almendra. Se licuan las almendras con la leche y esto se agrega a lo anterior, sin dejar de batir. Se ciernen las harinas con el polvo de hornear y también se añaden a lo anterior. Se bate vigorosamente hasta que al poner una bolita de masa en una taza de agua, flote. Se toma una hoja de maíz, se unta con un poco de pasta, se le pone el relleno en el centro y se envuelve; cada tamal así formado se va poniendo a cocer en una tamalera o vaporear durante una ahora.

En el relleno este se prepara poniendo a cocer la leche con la canela y la mitad del azúcar. Las yemas se baten muy bien con el resto del azúcar hasta que tomen punto de listón, se agrega la harina y se siguen batiendo unos segundos más. Sin dejar de batir se incorpora poco a poco la leche hervida con la canela. Se vuelve a poner todo sobre la lumbre y se deja hasta que espese, moviendo constantemente.
Hay otros tamales que me encantan y estos son los rojos. En la preparación se hace una infusión con 2 tazas de agua, las cáscaras de tomate y el anís, lo hervimos todo de 3 a 4 minutos, la colamos y la reservamos. Se cierne la harina, esto se hace pasándola por un colador, o tamiz. Después se toma un bol y añadimos la harina de maíz cernida, la sal y el polvo de hornear (levadura). Calentamos la manteca, o la mantequilla, en el microondas hasta que quede casi derretida y la añadimos a la mezcla anterior. Se amasa la mezcla, añadiendo poco a poco el caldo de pollo y la infusión que preparamos al comienzo, hasta que tengamos una textura uniforme.
 
Para saber si la masa está suficientemente trabajada, tomamos una bolita de masa y la ponemos en agua, si flota sin deshacerse es que la masa está lista. Para que los tamales queden muy sabrosos es importante batir muy bien la masa, para que el aire entre en ella y sean porosos. Otro punto importante es hacerlos un poco más salados, o dulces, de lo normal, pues al cocinarlos pierden algo de sabor. Se lavan bien las hojas de maíz, con las que se preparan los tamales. Para ello se remojan durante una hora y las escurrimos bien. Se toma cada hoja por el lado cóncavo y se pone en su interior una porción de masa. Se le añade mole verde, rojo, picadillo o rajas con queso, o el relleno que prefiramos, lo cubrimos con otro poco de masa, doblamos la hoja y la envolvemos. Se pueden atar los tamales antes de cocerlos, esto se hace al vapor durante una hora, sabremos que están en su punto porque se desprenderá con facilidad la hoja de la masa

lunes, 5 de enero de 2015

Los tamales tarascos

Fray Bernardino de Sahagún en su obra histórica sobre la Nueva España nos narra un platillo que era común para los grupos indígenas y que consistía en maíz cocido con sus propias hojas, llamado tamal. 

Los tamales eran usados en diferentes ritos funerarios y esta costumbre todavía perdura cuando entre el 1º y 2º de noviembre forman parte de la ofrenda. Los tamales difieren dependiendo donde nos encontremos en la republica mexicana y estos se convierten en un suculento platillo. En Michoacán, por la región tarasca hay de dos tipos que no debemos dejar pasar.

El primero corresponde a las esponjadas corundas. Lo usual se preparan sólo con masa de maíz y manteca de cerdo; se envuelven en la hoja de la planta del maíz, no de la mazorca, en forma de pequeñas bolas que, al apretarse y cocerse, adoptan una figura geométrica de cuatro caras triangulares y cuatro picos. Se sirven varias corundas en un plato y se les baña con salsa de jitomate picosa y crema y se les puede poner encima carne de puerco; también se acostumbra comerlas con frijoles, jocoque y salsa; pueden llevar asimismo queso.
 
 

En segundo tipo de tamal son los uchepos, que son unos pequeños tamales en hoja de elote, dulces por ser precisamente de elote tierno, que pueden hacerse con leche o con agua y lo más usual es condimentarlos con canela. Se pueden comer bañados con mantequilla y con rajas de chile poblano a un lado.

Hay otros tamales de la meseta tarasca que son los de zarzamora, y también hacen tamales tontos sin cernir, tamales de chía o zapatas, tamales agrios rellenos de frijol y queso, fritos o en sopa aguada, nacatamales y tamales tarascos de maíz y frijol con charales.

José Sánchez del Río, Sahuayo, Michoacán

José Sánchez del Río

El 28 de marzo de 1913, nació en Sahuayo, Michoacán, el niño José Sánchez del Río. Su muerte a corta edad el 10 de febrero de 1928, es recordada especialmente por su fe que tuvo a la iglesia católica, apostólica y romana, que lo llevo a la beatificación el 20 de noviembre de 2005.

La Guerra Cristera estallo en 1926, donde los hermanos de José Sánchez del Río se unieron, sin importar que la lucha era con el Gobierno Federal. Ignacio Sánchez Ramírez, que era el presidente de los Adoradores del Santísimo Sacramento desde 1922, y hermano de José organizo el grupo de los cristeros de esta región de Sahuayo, donde muchos hombres y jóvenes de este pueblo se levantaron en armas.
José Sánchez del Río

José Sánchez del Río con los Cristeros
Las fuerzas Cristeras, surgieron en diversas partes de la República Mexicana en especial los estados de Guanajuato, Jalisco, Querétaro, Aguascalientes, Nayarit, Colima, Michoacán y parte de San Luis Potosí, que se prolongó desde 1926 a 1929 entre el gobierno de Plutarco Elías Calles y milicias de laicos, presbíteros y religiosos católicos que resistían la aplicación de legislación y políticas públicas orientadas a restringir la participación de la Iglesia católica sobre los bienes de la nación. Hay que recordar que la Constitución mexicana de 1917 establecía una política que negaba la personalidad jurídica a las iglesias, prohibía la participación del clero en política, privaba a las iglesias del derecho a poseer bienes raíces e impedía el culto público fuera de los templos.

Lugar donde estaban depositados los restos de José Sánchez
Exhumación de los restos de José Sánchez
El apoyo a los grupos armados fue creciendo, cada vez se unían más personas a las proclamas de ¡Viva Cristo Rey! y ¡Viva Santa María de Guadalupe! lanzadas por quienes fueron conocidos como los cristeros.  El niño José Sánchez del Río, en 1926 quiso unirse a las fuerzas cristeras,  pero su madre no le permitió; el mismo  general Prudencio Mendoza, también lo rechazó. El niño insistió, a final se integró. El 6 de febrero de 1928 fue hecho prisionero encerrándolo en la sacristía de la iglesia de Sahuayo, donde se honra al Divino Patrón Santiago.  El 10 de febrero fue llevado al Mesón General del Ejército Federal donde le desollaron los pies, para evitar que se fugara, de ahí caminado descalzo por la calle Insurgente para ser llevado al panteón Municipal.


Perforación del tiro de gracia.
 Uno de mis tíos (Antonio) me comento que el iba cantando y gritando ¡Viva Cristo Rey! y ¡Viva Santa María de Guadalupe! Llegando a su tumba fue ahorcado y acuchillado; estando moribundo a su verdugo le dijo: “Que Viva Cristo Rey y que en el cielo nos veremos”. Después le dio el tiro de gracia en la sien, muriendo a las 23:30 hrs.

Mi propio tío Antonio, me contó la historia anterior, en un tono de admiración y veneración. A si mismo me comento lo que le paso a mi abuelo cuando regresaba de Estados Unidos, era el año de 1929, cuando de pronto los federales lo amenazaron y quisieron ahorcar porque estaba apoyando la causa cristera, como no se le pudo comprobar nada, esto permitió que se salvara. Mi abuelo siendo dueños de diversas tierras de labranza y de áreas donde llevaba a pastar la vacas se encontraba constantemente con cristeros, quienes solicitaban favor por parte de el, para que les comprara alimentos. Solo en alguna ocasión después de lo que le paso al querer ser horcado, se  negó a seguir apoyándolos, fue cuando un cristero lo empuño para matarlo, pero otro lo defendió permitiéndole seguir viviendo para recordar la causa. Para este año de 1929, Ignacio Sánchez Ramírez (hermano de Joselito), fue nombrado general, por Enrique Gorostieta Velarde, que era el General en jefe del ejército cristero.


Hoy hay una escultura que representa a José Sánchez
donde estuvo preso por el Gobierno Federal-
En donde esta el Sagrado de Corazón
algunos que llaman Cristo Rey hay
una imagen que domina las alturas
 
 
 
En el panteón municipal se puede ver una escultura
de donde quedo el cuerpo de José Sánchez
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 






Hoy en día la Guerra de los Cristeros está llena de leyendas en especial relacionados con tesoros que fueron ocultos por los acaudalados señores; también hay leyendas de diversas Cuevas que fueron usadas como guardias.  Lo que hora podemos ver es como José Sánchez del Río fue beatificado junto con otros 11 mártires mexicanos de la defensa religiosa el 20 de noviembre de 2005, así  mismo se le rinde culto y es reconocido como un protector de la niñez, evidenciado por los múltiples milagros que ha hecho a la comunidad sahuayense.


Hay imágenes que son compradas para su veneración.
Por ultimo cuales son las consecuencias que podemos observar de la Guerra Cristiana.

·        Los obispos mexicanos tomaron la decisión de suspender los cultos en los templos y autorizaron que los cultos pudieran realizarse en casas particulares.


Actualmente se hacen procesiones
por las calles de Sahuayo
·        El gobierno persiguió a los cristeros y consideró ilegales los actos de culto realizados fuera de los templos encarcelando y fusilando a los transgresores.


Hay una película llamada Cristiada, donde aparece
 un niño evocando a Jose Sánchez del Rio.
·        Los obispos llegaron a un arreglo con el gobierno en el sentido de reanudar los cultos, calmar a los insurrectos y a cambio el gobierno dejaría de inmiscuirse en los asuntos internos de la Iglesia a la que no se le reconocía de todas formas personalidad jurídica alguna y tampoco se permitió (al menos oficialmente) la existencia de escuelas confesionales.

·        La guerra cristera trajo como consecuencia la muerte de más personas que durante la Revolución Mexicana y una profunda división entre la población.


sábado, 3 de enero de 2015

La “Guera”, así es conocida en el rincón de San Andrés, Sahuayo Michoacán.


La “Güera”, así es conocida en el rincón de San Andrés, Sahuayo Michoacán. En mi niñez era una persona que me cuidaba y protegía. Durante algún tiempo viví con ella, mientras mi madre se componía de las operaciones que le hacían. Esto me llevo a trabajar desde muy temprana edad, como no me gustaba que me dieran las cosas fáciles, me ponía ayudar en lo que fuera, de esta forma me dieron la oportunidad de limpiar platos, barrer y aprender el oficio de taquero. Parte de mi infancia me la viví con mi madrina (ente 8 a 12 años). Con el tiempo me gane su confianza donde me dejaban el puesto para que lo administrara y atendiera.

Los tacos que hacía para entonces eran de suadero y longaniza, con el tiempo aprendí hacer los de pastor y cabeza. Después pase a trabajar con otras personas haciendo tacos de carnitas al vapor, estilo Michoacán y de guerrero. Los de hígado y tripas fueron mis preferidos. Lo más importantes de los tacos era la receta especial de la salsa. La mayoría de los que llegaban a pedir tacos, era por esta, yo tenía una muy especial que hasta hoy no he querido dar a conocer, solo aquellos que son muy íntimos y que la conservare para la posteridad. Mi madrina me enseño a trabajar, respetar y ser quizás lo que soy. No tenía tiempo para jugar o distraerme, la entrada era a las 2 de la tarde para salir entre 1 y 2 de la mañana.

En varias ocasiones tuve que dormir en la calle, ya que como se tenía que abrir en ocasiones el puesto como a las seis de la mañana yo me ofrecía para hacerlo. Con el tiempo me permitieron compañeros de otros negocios como paleterías o las mismas taquerías que me quedaran con ellos. Así no pasaba frio y estaba seguro.
En la noche pasaba de todo, que yo no entendía. Drogadictos, prostitutas, maleantes, peleas entre bandas e incluso agresiones con armas de fuego. Para mí era como parte de una película que pasaba a mi vista sin que esto me afectara, no encontraba por qué alarmarme. Al final después de unos cinco años deje Tacubaya y a mi madrina la Güera.  Yo era un taquero reconocido en lugares como Zaragoza, Gómez Farías, Narvarte, Candelaria  y La Merced.
 En Zaragoza me pagaban bien y decidí trabajar en este lugar durante otros años, hasta que me di cuenta que no podía seguir igual, fue cuando decidí regresar a estudiar, terminar la preparatoria y volver a comenzar para materializar mi sueño que tenía desde los siete año.  Ser arqueólogo, pero eso es otra historia.

viernes, 2 de enero de 2015

Arte culinario de Sahuayo, Michoacan.


Cada vez disponemos de menos tiempo para preparar comidas elaboradas. A lo largo del día apenas nos queda tiempo para llegar a casa y ponernos a cocinar. Por ello, tendemos a comprar productos congelados, ya preparados o nos vamos a comer a algún restaurante de comida rápida. Si esto se hace de vez en cuando, no pasa nada. El problema surge cuando nos habituamos a este tipo de alimentación, que puede ser perjudicial para nuestra salud. Pero que podemos hacer cuando estamos fuera y el arte culinario es único.

En Sahuayo, Michoacán, hay muchos lugares donde ofrecen sabrosas comidas que no podemos dejar pasar a muy bajo costo. Se puede conseguir enchiladas que se hacen con chile ancho molido y mezclado con vinagre, donde solo se mojan las tortillas con esta salsa para ser preparados con col, queso y en ocasiones con crema.  Hay también tacos preparados blandos o duros de papa, frijol o carne que se acompañan con la col, chile rojo envinagrado o piquín.  Hay un plato especial que tampoco podemos dejar pasar como son los tacos con salchicha que son muy ricos y llenadores, quizás hay que empezar con esto para terminar con unas enchiladas. 

 La comida es sana, preparada al momento y la competencia es notoria ya que en cada esquina se observan puestos que ofrecen este tipo de productos alimenticios.  Ahora para que se den cuenta de lo suculento que son estos platillos les doy a conocer una receta que me dieron:

  • 25 tortillas de maíz,
  • 100 gr. de Chile ancho,
  • 1/2 cebolla,
  • 2 jitomates medianos,
  • 2 pechugas de pollo cocidas y desmenuzadas,
  • Queso fresco rayado,
  • 1/4 de queso manchego en rebanadas finas,
  • Col rebanada finamente,
  • 1 litro de Crema.
    Salsa:
  • 4 jitomates cortados en cuadritos,
  • 1 cebolla picada finamente,
  • 2 cucharadas de orégano molido,
  • 1 lata de Chile jalapeño chica,
  • 4 naranjas ( el jugo),
  • 2 cucharadas de azúcar,
  • 1 cucharadita de consomé de pollo (molido).

Método: Se ponen a coser los Chiles anchos, ya desvenados con el jitomate, cuando estén cosidos se muelen en la licuadora con la cebolla y un poco de consomé de pollo, se pone en una sartén onda y se le agrega el caldo en donde se cosió el pollo, buscando que quede un poco espeso se deja que suelte el primer hervor y se reserva. Se toma una tortilla que este caliente de preferencia y se sumerge en el mole, después se rellena con el pollo y se enrolla y se fríe, como si estuvieras haciendo taquitos de pollo dorados, se van reservando las enchiladas en un refractario rectangular previamente engrasado. El resto del mole se revuelve con la mitad de la crema y cuando estén todas las enchiladas en el refractario se cubren con esto. Y encima se le agrega el queso manchego, se meten al horno hasta que el queso se derrita o al microondas.

Salsa: En un bowl se pone el jitomate y la cebolla picada, se le agrega el jugo de naranja y los demás ingredientes menos los chiles jalapeños estos serán al gusto. Se sirven las enchiladas y cada quien le pone crema queso, col y salsa al gusto.

Entre dichos y sabores: Sahuayo, Michoacán.

En mis días de niñez, cuando me excava con mis primos al rio de Sahuayo, en busca de aventuras. Los que nos acompañaban decían muchos dichos populares que no entendía o que interpretaba como malas palabras. Con el tiempo pude comprender el significado de estos y que todavía en mi madurez los sigo escuchando entre los corredores del mercado, de la plaza o incluso dentro de la iglesia.

 Uno de estos dichos era “Hoy a huevos, su significado para el que lo escucha siendo sahuayense es que se esta omitiendo una verdad u ofensa contra su persona.  De igual forma se escucha “¡¡¡Ora jo´de puta!!!”,  esto es consideado un saludo cariños a su paisano. Lo mas popular es escuchar un verso de una cancion que dice Díganle que ando en Sahuayo y voy para Ciudad de Hidalgo.”, que nos remite a una creacion de Felipe Arriaga, donde esta en busca de una mujer que le quitaron y que pasa por muchas partes del Estado de Michocan, sin dejar a un lado Sahuayo. Hoy alcance a escuchar a los taxistas que están en el centro un “¡EeeEEeee!!!”, que se convierte en una expresion donde un Sahuayense esta orgullosamente de serlo, y que no entendio bien lo que se le pregunta.   Hay dos frases mas que se sulen escuchar como ¡¡¡Viva el Patrón Santiago!!!”, que corresponde al Santo Patron de  La Parroquia del Patrón Santiago y la otra es “¡¡¡Viva Cristo Rey!!!”, que ahce alusion a la guerra de los cristeros donde hay un avenida llamada de las animas donde era muy comun que colgaran personas durante la revolución.

 Hay una cancion llamada “Sahuayo”  que la canta Pedro Infante. Para mi es algo que nos lleva al pasado, nos remite a lugares, las costubres, los dichos, la forma de vida que en un momento hacia del lugar un flolklor mexicano y que a traves de la modernidad se ha transformado dejando de exisitir los iconos de identidad. Hoy por hoy solo nos queda lo que se escucha convertiendose en un patriomonio que tambien se debe rescatar y conservar.

 Y para terminar un dialogo intendible que solo si eres sahuayense lo comprenderas. -“Ora huevos, una orden de 30”; -“¡¡¡Pirujo!!! ¿Todavía hay?...”; - “De chorizo amigo, 10 minutos”. Lo anterior nos lleva a dos personas, una de estas pidiendo comida; despues la misma persona preguntando si hay mas y quien le despacha le responde de forma afirmativa.