lunes, 15 de junio de 2015

Yachilan, Chiapas


En Corazal, Chiapas, se puede tomar una lancha hacia la Zona Arqueológica de Yachilan.  En un área privilegiada por la selva y el Rio Usumacinta sobresalen los monumentos que se levantan hasta la altura de las copas de los árboles. He de comentar que varios de mis compañeros durante el año 1991, realizaron sus prácticas de arqueológicas en el sitio bajo la supervisión del Arqlogo Roberto García Moll (+), la experiencia que me trasmitieron hablaban de un sitio al que se tenía que llegar a través del rio Usumacinta o mediante un aeroplano acuático, lo que algunos tuvieron el privilegio de llegar con el segundo tipo de transporte. Los recorridos que se hicieron fueron con el propósito de poder completar el mapa arquitectónicos por lo que la selva se convierto en una barrera natural que inhibía la observación de los monumentos que posteriormente fueron intervenidos para ser liberados en otras temporadas. 
Hoy Yachilan es todo un sitio arqueológico que debe ser obligado a ser visitado, ya sea desde Palenque, donde hay tour que pasan por Bonampak, donde suelen detenerse algunos minutos para continuar su recorrido hasta Corazal. En embarcaciones a motor son llevados los turistas hasta el acceso principal del sitio arqueológico, donde si hay suerte, uno puede ver lagartos de hasta cinco metros. Una vez llegando se recomienda seguir el sendero, ya que hay varios cosas de turistas despistados que se han perdido. 

Una recomendación que doy es que de preferencia hay que llevar una pequeña lámpara para poder admirar las partes internas de las construcciones abiertas a su visita publica, no solo para conservar sino para ver qué tipo de alimañas podemos habitar, ya que es muy común que estos espacios oscuros sean guaridas de tarántulas, serpientes o murciélagos.  El uso de zapato cómodo también se recomienda, ya que algunos turistas duelen caminar con sandalias, quienes en época de lluvia suelen tropezar o caerse.  En el sitio por estar en una selva recibe los changos aulladores, que uno debe tener cuidado ya que suelen mear a los turistas que suelen tomarles foto. Hay otro tipo de animales como los grupos de familia de tizones, al escuchar a las personas suelen aparecer buscando que se les de comida. Algunos visitantes suelen alimentarlos siendo esto muy peligroso, ya que suelen acercarse mucho y en ocasiones se levantan para atrapar lo que se les da, esto origina que arañen las piernas. Sus uñas son muy grandes y resistentes. Lo más recomendable es no dárseles comida y evitar que se acerquen.

Yaxchilán, Altar de Sacrificio y Tres Islas son de sitios que surgen desde el Preclásico Tardío a los costados de los ríos. Hay otros como Ceibal que se localiza en el rio La Pasión. Los ríos se convierten en los medios de comercio entre las ciudades mayas. En donde incluso algunos de estos ríos como el Candelaria, San Pedro y el mismos Usumacinta se  convirtieron en un medio de comunicación entre las tierras altas de Guatemala con la parte baja  norte hacia la costa del Golfo de Mexico. Los ríos realmente eran y son las vías navegables.
Yachiln fue un sitio importante, ya que como otros estaba preparado para la guerra. Los datos arqueológicos muestran que Yachilan, a través de fuerzas que fueron instruidas para atacar Piedras Negras, destruyeron parte de la Acrópolis y capturan al Gobernante 7. El arqueólogo Stuart, D. así lo describe en un artículo: “Una Guerra Entre Yaxchilán y Piedras Negras?”, donde hace mención que hay tipos cerámicos de la fase cerámica final (Kumché, d.C. 840-?) que son poco común en Piedras Negras, que podría reflejar un colapso de Piedra Negras o probablemente podría ser un decremento poblacional en la región.










Museo Arqueológico e histórico en Chupicuaro, Guanajuato


De pronto un freno repentino, ya sabía del lugar pero no lo ubicaba muy bien, pero mi esposa al ver la fachada del museo arqueológico e histórico de Chupicuaro me hizo parar el carro repentinamente. La fachada tiene una gran vasija réplica del preclásico. En el interior el encargado muy amable nos invita a pasar y nos prende la luz para poder ver mejor las obras arqueológicas e históricas que se exhiben.

Hay una introducción del sitio de Chupicuaro, donde se habían recuperado entierros humanos, vasijas y evidencias de ocupación preclásica. Una foto que sobresale es la del famoso arqueólogo Román Piña Chan quien visitó el lugar por ahí de la década delos 40´, y escribió que la gente de Chupicuaro: ”fueron agricultores que vivían en jacales de materiales perecederos, a lo largo del río, formando una aldea rural bien extendida, llegaron a construir bajas plataformas revestidas de piedra y con pisos de lodo, a veces agrupadas entre sí, sobre las cuales se levantaban las chozas. Cultivaban el maíz, el fríjol y la calabaza, aprovechando las márgenes del río Lerma y sus afluentes, lo mismo que las colinas cercanas, y la presencia de metates y algunos molcajetes de piedra, nos indican que molían el maíz, y que pudieron contar con chile y tomates silvestres, a la vez practicaron la caza, la pesca y la recolección de productos silvestres” (Piña Chán, 1967:263)[1].

Se continua por un pasillo donde hay evidencias de restos de maegafauna y después una pieza que no corresponde al preclásico, se trata de una pieza trabajada en piedra como si quieran reproducir un Tlahuixcalpantecutli, hay varios arqueólogos que al pasar por el museo se percatan que no pertenece al Preclásico, sin embargo es evidencia de ocupaciones posteriores durante el Postclásico Temprano (900- 1150 d.C.).  Esta información fue comunicada por Otto Schöndube  a los responsables del museo, quien en alguna ocasión leí en un texto que la cultura olmeca se ha considerado la madre de algunas, pero la de Chupicuaro es el padre.

En la planta inferior hay un largo corredor donde hay múltiples vasijas trípodes, cajetes, cuencos, ollas, de silueta compuesta, hemisféricas, arriñonadas, entre otros que están ricamente pintadas en una policromía geométrica en su mayoría pertenecientes por su temporalidad entre 500 a.C. a 300 d.C., aunque algunos autores sugieren que es más antigua hasta 800 a. C. De forma paralela se puede apreciar cráneos trofeo, puntas de obsidiana, metates y manos de metate, figurillas, orejeras, ornamentos de concha, collares y cuentas, herramientas de hueso e instrumentos musicales, malacates y otros objetos que evidencian una forma de vida aldeana con tradiciones en el conocimiento del trabajo de textil, piedra, cerámica y hueso. La importancia de la cultura de Chupicuaro en cuanto a su influencia en Mesoamérica se ha podido documentar en los Estados de Guanajuato, Michoacán, Guerrero, Estado de México, Hidalgo, Colima, Nayarit, Querétaro y Zacatecas. En especial el sitio Chupícuaro facilitó la expansión hacia el norte, de elementos mesoamericanos, y que constituirían las raíces culturales del Occidente de México y tal vez del Noroeste, comparable, a decir de Jiménez Moreno, con la Cultura Olmeca en el resto de Mesoamérica (1959:1043).

La planta alta tiene documentos y objetos de diversas épocas tanto de la colonia, independencia, revolución y época moderna.  Un auditorio en muy buen estado se encuentra en esta segunda planta donde se nos informó que los principales arqueólogos que han trabajado en el área han presentado diversas conferencias para el público en general.  El museo está abierto de martes a viernes de las 9:00 a las 17:00 horas, es digno de conocerlo ya que el pueblo de Chupicuaro viejo se encuentra por debajo de la presa que esta al noroeste.  Hoy lo que se logró recuperar se puede apreciar en este gran museo.










[1] Román Piña Chán. Una visión del México Prehispánico. UNAM. 1967.

CAMINOS DE MICHOACAN… UNA VISITA RAPIDA A MORELIA: ¿QUE VER?



Se cuenta con más de 200 edificios históricos y 15 plazas construidas con cantera rosa, típica de la región lo que valió que desde 1991, formara parte del Patrimonio de la Humanidad.   En el centro uno puede visitar el Palacio Clavijero, el Colegio de San Nicolás, el Portal Aldama, la Plaza de Villalonguín, la Plaza de Armas, su Acueducto, el Palacio de Arte, entre otros. 

El Acueducto es considerado uno de los más bonitos del país, donde se puede admirar su  construcción entre 1728 y 1730 después de demoler el primero del siglo XVI. Aunque llegó a tener siete kilómetros de longitud, sólo se conservan 253 arcos que abarcan 1,700 metros. Funcionando como tal hasta 1910, ahora es un símbolo arquitectónico e histórico que vale la pena admirar.

La Catedral de la Transfiguración del Señor de Morelia, construida en el siglo XVIII, entre los años de 1660 y 1744, es un edificio majestuoso hecho en cantera rosa y de estilo barroco tablerado. En su interior resguarda tesoros como una Pila Bautismal de plata, su Órgano Monumental con 4600 flautas el cual es el más grande de México, retablos neoclásicos de gran valor y las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús y del Señor de la Sacristía, realizado en pasta de caña de maíz.


Calzada Fray Antonio de San Miguel, es un hermoso paseo de la ciudad en el que se pueden admirar las hermosas casonas que funcionaron como lugares de veraneo entre los siglos XVIII y XIX. La calzada fue construida por órdenes del obispo Juan José Escalona en 1732 y restaurada por Fray Antonio de San Miguel, en honor del cual fue nombrada.
El Palacio de Gobierno, el cual antiguamente fue el Seminario Tridentino de Valladolid en el que estudiaron Agustín de Iturbide, José María Morelos y Mariano Michelena. El edificio fue construido entre los años de 1760 y 1770 y desde 1867 es la sede del Poder Ejecutivo del Estado de Michoacán.

El Museo Casa de Morelos, es una sobria mansión de estilo barroco que fue adquirida por don José María Morelos y Pavón en el año de 1801 y que actualmente es un museo que resguarda muebles, pinturas, documentos, fotografías y objetos de aquella época los cuales son un testimonio de la vida pre-insurgente de este famoso héroe de la Patria.

Entre muchas otras cosas, Morelia es famosa por sus ricos dulces. Prueba de ello es que tiene un museo dedicado al tema en donde te explican desde su elaboración en conventos y monasterios durante la Colonia, su elaboración en las casonas por familias morelianas, la comercialización del producto y el nacimiento de las primeras fábricas. 

El  Bosque Cuauhtémoc, creado desde la Época Virreinal contaba entonces con su propia capilla y plaza, además de cultivos y árboles frutales. Ahora es el parque más grande de la ciudad y un importante pulmón para Morelia. Disfrutando aún de su vegetación, se pude dar un paseo agradable ya que cuenta con juegos infantiles. En él también se encuentran los museos de Historia Natural y Arte Contemporáneo.

Hay también un parque Zoológico Benito Juárez, cuenta con más de 535 especies de las cuales muestra más de seis mil ejemplares, en este zoológico podrás hacer mucho más que ver animales. Cuenta con juegos infantiles, áreas verdes, un lago artificial en el que puedes rentar lanchas, el teatro Monarca y más.

Para no olvidar su visita se recomienda ir a la Casa de las Artesanías Ubicada en una de las construcciones más antiguas de la ciudad, es un lugar ideal para que te des una idea de la vasta producción artesanal del estado. Cuenta con un museo dividido en siete regiones de producción artesanal y con una tienda anexa en donde podrás adquirir varios de estos artículos.

Por ultimo tenemos el Museo Regional Michoacano. Fundado desde 1886, es el museo más antiguo de la Red de Museos del INAH y se encuentra en su actual ubicación desde 1916. Su sede es una casona barroca del siglo XVIII que por sí sola es digna de visitarse, pero las colecciones al interior gozan de una gran riqueza histórica.